El cielo, mi cielo, tiene nombre de mujer.
Veo sus largos y ondulados cabellos cayendo sobre su espalda.
Veo sus ojos brillantes, oscuros y profundos perderse en los mios.
Cuando sus labios tiernos y apasionados esbozan una sonrisa.
Cuando al fin puedo estrecharla entre mis brazos y mis besos cubren su cuerpo.
Cuando siento su calor y el suave tacto de su fina piel.
Cuando sus manos acarician mis cabellos mientras mi cabeza reposa sobre su pecho.
Cuando mi cuerpo se pierde y se funde con el suyo.
Cuando sabiéndola siempre mía en cada amanecer,
Entonces es cuando siento que puedo tocar el cielo.
Y ahora me pregunto, si esto es el cielo, porqué sigo inmóvil,
porqué no doy un solo paso para alcanzarlo.
El cielo, mi cielo, tiene nombre de mujer.
El cielo tiene tu nombre.