¿Saben de quien hablo?

Aparece súbitamente, sin invitación y todo cambia de repente.
Te acompaña noche y día, sin descanso, sin tregua.
Luchas por apartarlo de tu lado, luchas por que se aleje de tu vida y, cuando crees que lo has conseguido, aparece nuevamente y se aferra a ti.
Pocos ven las lágrimas, algunos oyen los lamentos y sólo el cielo sabe de la rabia y las plegarias.
¿ Saben de quien hablo?
Su nombre es dolor y cuando te atrapa dejas de ser quien eras.
Te destroza el cuerpo, se apodera de tu mente, te hiere el alma.
Pero todo tiene su lección: tras el invierno, la primavera trae el renacimiento de la naturaleza; el sol es más radiante después de la lluvia y no se saborea la felicidad sino después del dolor.
Por eso, en las horas de silencio, la fuerza de tu abrazo es lo que alivia la fatiga de este camino.

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MJ.Sago B.04.04.08