Cinco, sólo cinco lágrimas resbalaron por su mejilla, no más, sólo había comprado cinco, sólo cinco y voló por el azul del cielo en busca de su estrella.
Voló y voló... deslumbrada por su brillo se le antojaban todas ellas como diamantes colgados de la nada.
¿Cómo alcanzarla si esta cada vez se alejaba más?
Voló y voló y otras estrellas se cruzaron en su camino, ofreciéndole su luz pero... ella voló y voló por ti.
Sólo quería estar nuevamente junto a su estrella
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